Siglo XIX - Paulina Luisi
La pícara naturaleza de una
pionera
El protagonismo en la historia hasta hace un tiempo era cosa de hombres. Ellos la hacían. Ellos la escribían. Un largo velo no se ha descorrido aún de manera suficiente sobre el rostro femenino de la libertad y el progreso.
El matrimonio Liusi- Janicki tuvo ocho hijos, de los que seis fueron mujeres. Todas ellas estudiaron magisterio y tres, además continuaron carreras universitarias. Los Luisi - Janicki, vinieron a América, desde Europa y se instalaron en Entre Ríos (Argentina) donde nació Paulina, la primogénita, en el año 1875 y luego se trasladaron a Paysandú (Uruguay).
Cuando Paulina, ingresó al internado Nacional de magisterio en el año 1887, toda la familia se trasladó a Montevideo. En el año 1900, Paulina ingresó a la facultad deMedicina y fue la primer mujer que recibió el título de Doctora en Medicina y Cirugía, diploma que se le otorgó el 11 de marzo de 1908, exonerándosele del pago de derechos como premio a su inteligencia y carácter durante sus estudios.
Luego se especializó en otras ramas de la medicina y fue también; la primer mujer encargada de una cátedra en la Universidad.
Tanto Paulina como Clotilde (primer mujer abogada), por ser las primeras mujeres que continuaron carreras universitarias, les resultaron arduos y difíciles sus estudios en un ambiente social donde la mujer era relegada a las actividades domésticas y a las que se calificaban de "labores femeninas propias de su sexo".
El hecho de que Paulina fue la
primer doctora recibida en el Uruguay, marcó su espacio en el escenario. Fue
una victoria sobre los prejuicios de sus propios compañeros estudiantes y de
una sociedad que se alarmaba porque una mujer viera a los hombres desnudos.
En La revista Página Blanca, de
1921, Paulina publicaba el siguiente aviso: «Primera médica cirujana.
Especialista en enfermedades de señoras, niñas y partos. Al regreso de Europa,
ha reanudado sus tareas profesionales. Telefónica uruguaya. Avenida de La Paz
1826». En este anuncio, podemos apreciar un detalle no menor: vivía sola en una
casa que le servía de consultorio y al tiempo era sede del Consejo Nacional de
Mujeres.
Hablando de las condiciones de la
mujer en su época, decía Paulina: «La educación femenina, lejos de despertar y
desarrollar el sentimiento de la personalidad, tiende por el contrario a
aniquilarlo en obsequio de la más o menos posible realización social de mujer
casada, es decir, de ser humano obligado por las leyes y costumbres a un
perfecto renunciamiento de sus anhelos y sus ideas ante la personalidad de otro
ser a quien debe obediencia y respeto...».
Durante su fecunda vida Luisi
ocupó numerosos cargos, representó al Uruguay en misiones y eventos
internacionales. Viajó a ellos en algunos casos enviada por el Gobierno, las
instituciones de enseñanza y cultura, el Ministerio de Instrucción Pública, el
Consejo de Enseñanza y la Facultad de Medicina. Siempre ad honorem, sin recibir viáticos.
A pesar de haber luchado por los
derechos políticos de la mujer, rehusó ser candidata a la diputación en las primeras elecciones en que la mujer uruguaya pudo
votar. También ayudó a fundar dos sindicatos: la
Unión de Telefonistas y el de Costureras de Sastrerías.
Vivió una vida intensa que se
apagó a los 75 años, en 1950, en Montevideo. Una capital que la entendió
agrisadamente, como ha solido hacerlo con sus mejores hijos.
**Los roles de género son una construcción que se realiza en cada
sociedad. Son los comportamientos, conductas esperadas para los varones y para
las mujeres, en una determinada sociedad y en un tiempo determinado.
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